El romance hecho reloj

La eterna historia de amor entre Romeo y Julieta se inmortaliza en un reloj cuya sofisticación solo es comparable a la ciudad que inspiró su nombre y que fue escenario de esta trágica leyenda romántica: Verona.

Cuando lo que quieres es sentirte como en el balcón de Julieta, luciendo hermosa y con caballeros a la esperar de declararte su amor inmortal, este es el reloj que debes usar.

Sus colores y diseños te permiten usarlo en cualquier ocasión, desde una reunión laboral, hasta una cita con tu Romeo particular, y es que su esfera en madreperla negra, lo hace combinable con una infinidad de atuendos.

Particularmente te recomendamos usarlo con un atuendo en el que se destaque el plateado brillante del acero en el que están hechos la caja, la corona, la correa y el cierre del Verona.

Además, una sugerencia que no puedes pasar por alto es que el resto de complementos que utilices, como aretes, pulseras, anillos o collares, sean también plateados, para que no la combinación de tus accesorios sea armónica y no haya forma de que desentone con tu elección de prendas.

El reloj Verona es una evocación a una romántica noche estrellada al norte de Italia bajo la luz de la luna llena mientras se escuchan sonetos de amor, y su calidad te aseguran resistir al tiempo de un romance que dure para siempre.

En una mezcla de tradición y modernidad, este reloj está decorado con la técnica del guilloché, un grabado en relieve a rayas que se utiliza exclusivamente en alta relojería para realzar la reflexión de la luz.

Y el rubí incrustado en la corona del Verona es ese punto de luz que destaca la pasión desenfrenada con la que se aman dos personas a las que el odio entre familias insiste en separar. 

Estamos seguros de que William Shakespeare compondría un sinfín de historias en torno a este hermoso reloj y la mujer que lo use, pues es, sin dudar, un sinónimo de elegancia y un espíritu soñador.

Si lo que quieres es darle prioridad al romance y al buen gusto en tu vida, el Verona es el accesorio perfecto para complementar ese lado de tu personalidad que aún cree en cuentos de hadas.