Elaborada con las mismas técnicas que hace más de 175 años, la famosa vajilla de San Telmo representa un tesoro desde diversos puntos de vista. El principal es el estético. No en vano, estamos ante una vajilla que durante muchos años fue la preferida de la realeza por la distinción y calidad de cada una de sus piezas. Relieves de adornos florales y escenas galantes con un paisaje palaciego son algunos de los motivos que se pueden apreciar en esta sensacional vajilla que destaca entre el resto por su color azul cobalto, un tono con el que se identificaban las reconocidas vajillas inglesas del siglo XIX que querían imitar el color de la porcelana china. Pero como decíamos la vajilla de San Telmo no solo es importante por su apariencia estética, también lo es por su significado histórico. Y es que tal fue el éxito de esta vajilla que estuvo presente en gran parte de las celebraciones del siglo pasado. En 1871, únicamente treinta años después de su fundación, la ...